Los autores y personajes literarios universales llegaron a captar la esencia de su época. Desde la web de suscripción de libros y relatos gráficos apostamos y confiamos en que el pensamiento actualizado de estas personas ayude a interpretar aspectos decisivos de nuestros tiempos. Les consultamos, intercambiamos ideas con ellos. Son la esencia misma de la literatura y mucho aprenderemos del mundo que nos rodea con estos diálogos que prolongamos en nuestras ofertas de suscripciones literarias ilustradas. Le damos la bienvenida a un mundo de lecturas y libros diferentes. |
Nuestros hábitos de lectura han cambiado en el tiempo y uno de los mayores cambios se ha dado en el material en el que se lee, puesto que una parte relevante de personas optan hoy en día por leer mediante un aparato electrónico (ya sea el móvil o la tablet) en lugar del libro físico.
Para abordar este tema hemos charlado con el escritor escocés Robert Louis Stevenson, uno de los clásicos de la literatura del siglo XIX. Nacido en Edimburgo el 13 de noviembre de 1850, ha escrito obras como La isla del tesoro (1883), El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde (1886) o Flecha negra (1888), que han sido traducidas a decenas de idiomas y adaptadas al cine, el teatro o la televisión en multitud de ocasiones. Debido al éxito que tuvieron todas ellas en su momento, hemos charlado con él para analizar los cambios que se han dado en relación a los libros y su lectura.
Stevenson, sabemos que tu padre era ingeniero y que quería que prosiguieras sus pasos, pero no lo hiciste porque te conocemos por tus obras literarias.
Sí, mi padre quiso que estudiase ingeniería, supongo que creía que era lo mejor para mi. Comencé los estudios de Ingeniería Náutica en la Universidad de Edimburgo, pero abandoné la carrera para finalmente estudiar Derecho, era lo que en ese momento realmente me motivaba. Al terminar Derecho trabajé como abogado durante un tiempo, un tiempo que me sirvió para darme cuenta de que lo mío era la escritura. Hace poco leí una cita del novelista brasileño Paulo Coelho que decía lo siguiente: “¿Por qué hemos de escuchar al corazón? Porque donde él esté es donde estará tu tesoro.” Por tanto, creo que yo en su día hice caso a esas palabras, me dejé llevar por lo que realmente sentía y perseguí mi pasión.
A partir de los veinticinco años me dediqué completamente al mundo literario, comencé colaborando en revistas, escribiendo artículos y codeándome con gente del mundillo, como el editor y literato Sir Leslie Stephen o los escritores Henry James y William Ernest Henley. Debo admitir que por aquella época mis mayores influencias a la hora de escribir fueron Daniel Defoe, Jonathan Swift, Stendhal y Henry Fielding.
Entre todas tus novelas podríamos considerar La Isla del Tesoro como la más conocida. ¿Esperabas una acogida tan buena cuando la publicaste?
Si te soy sincero, no. Esperaba que la acogida fuese buena pero no semejante. Echando la vista atrás me doy cuenta de que la obra ha sido fuente de inspiración para el cine, la televisión, la literatura, cómics e incluso para videojuegos, y eso es algo que me enorgullece.
¿Crees que ahora tendría el mismo éxito?
Puede que sí, quizás tendría que adaptarla a otros formatos más modernos, porque no creo que hoy en día muchos pagasen por el libro físico, pero al margen de eso entiendo que el éxito sería similar.
Tenía 30 años cuando comencé a escribir La isla del tesoro, mi primer éxito como novelista. Los quince primeros capítulos los escribí estando de vacaciones con mi familia, en Braemar (Escocia). Escribir aquellas aventuras fue mi pasatiempo, un pasatiempo que resultó ser exitoso. Mi intención principal era reflexionar sobre el dinero y la ambición, cosa que se daba en mis tiempos y que también se da ahora, quería reflejar a donde te puede hacer llegar la codicia, porque como dijo en su día Oscar Wilde “la ambición es el último refugio del fracaso”.
Ilustración por Lorenzo Nuti.
¿Te parece atractiva la manera de leer en tablets?
Debería de probarla para poder juzgarla. Yo siempre he leído con el libro entre las manos, he vivido en otros tiempos y nunca hubiera pensado que los libros se leerían tras una pantalla. Los avances tecnológicos siempre traen novedades y el ser humano tiene que adaptarse, le guste o no. De todas maneras, estaría bien recordar lo que decía el científico Albert Einsten sobre este tema: “El espíritu humano debe prevalecer sobre la tecnología”. Tenemos que adaptarnos a los cambios tecnológicos pero haciendo hincapié siempre en las cualidades humanas.
Tengo entendido que ahora existen plataformas de suscripción de libros que ofrecen la opción de leer tanto en formato de libros digitales como de libros de papel. Hace poco me hablaron de Lucky Books, una plataforma que promueve la lectura y el cuidado del medioambiente al mismo tiempo, ya que por cada suscripción de un se planta un árbol nuevo. Es una alternativa muy interesante a la que yo personalmente, me apuntaría. Debemos coger conciencia porque el cuidado del planeta es responsabilidad de todos y todas ... ¿y qué mejor manera de hacerlo mientras disfrutas de la lectura?
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